PSOETA
PSOETA
La exclusión de Arnaldo Otegui en el proceso de
investigación y posterior instrucción judicial por el asesinato, por parte un
comando de la ETA, del director de Michelín Luis María Hergueta constituye un
atentado contra la justicia y la democracia sin precedentes. La obstrucción a
la acción judicial desarrollada por la fiscalía y la manipulación del informe
exigida por algún mando dependiente de interior son prácticas propias de
tiranías y dictaduras aberrantes conocidas por todos. La separación de poderes
aniquilada, comisión de supuestos tipos penales como obstrucción a la justicia,
encubrimiento y ayuda para que un terrorista escape de la ley por su actuación
en un asesinato es algo que repugna a la moral humana. Recordemos. Arnaldo
Otegui participó en el secuestro del directivo de Michelín Luis Abaitua. Le
tuvieron nueve días de martirio en un zulo interrogándole sobre otros
directivos de la empresa francesa. La Guardia Civil ha podido descubrir, por
fin, que Arnaldo Otegui facilitó al comando operativo la información
imprescindible para asesinar a Luis María Hergueta. Otegui no va a penar como
colaborador necesario debido a que en este nuevo régimen político que están
implementando, el poder, como el de Hitler o Stalin, hace lo que quiera.
Pero siendo lo anterior terriblemente grave y relevante
refleja otras implicaciones o, mejor dicho, nos ayuda a alcanzar otras
conclusiones acudiendo también a hechos del pasado. Con la llegada de Zapatero
el PSOE profundizó en la idea del nefasto González de convertirlo en una
especie de PRI mexicano y asumió como proyecto propio el de expulsar de la vida
pública a la derecha nacional para siempre. Para ello no era suficiente, no lo
es en la actualidad, con recuperar el frentismo guerra civilista, era vital la
ayuda de la ETA y de ERC (heredera de Terra Lliure) con su proceso de ir “de
las armas a las urnas”. Hasta que llegó Zapatero el PP y el PSOE parecían tener
en común el rechazo frontal al terrorismo. Esa unidad de acción y de criterio
facilitaba la pacífica alternancia en el poder pues los votantes podían confiar
que la lucha contra el terror iba a continuar con gobiernos de ambos partidos. Pero
claro, lo que deseaban los socialistas zapateriles era que no hubiera esa
alternancia. Y si quieres sacar de la vida pública a un partido, no puedes
tener presupuestos en común; has de diferenciarte y deslegitimarle. Coinciden
ETA, ERC y PSOE, como socialistas que son, en compartir el objetivo de tener un
régimen de esas características y, por lo tanto, sin partido conservador. Además
de diferenciarse y enfrentarse, matemáticamente iba a ser necesario contar con
los votos que se obtuvieran en ese paso “de las armas a las urnas”. Y el
acuerdo y proyecto continúa hoy, con Sánchez, más vigente que nunca.
Desde Julio del 2000 con la llegada de Zapatero al poder
hasta el 2006 las reuniones para llegar a acuerdos entre el PSOE y ETA superan
las 60 y el cambio de escenificación por su parte se inicia ya con el extraño
asesinato de Lluch en noviembre del 2000. En enero del 2004 el vicepresidente
del socialista Maragall en la Generalidad, Carod Rovira, y Josu Ternera
acuerdan la tregua en Cataluña.
Es el 11 marzo de ese mismo año 2004 cuando el atentado de
Madrid se lleva la vida de más de 200 personas si incluimos a aquellos moritos
a los que alguien debió suicidar en Leganés. Y es cuando con motivo de esa
tragedia salieron en tromba y agresivamente a culpar al PP por haber dicho lo que todos pensábamos, que
se trataba de la ETA. Se culpabilizó al atacado y no al atacante.
Además de que la instrucción judicial nos genera razonables
dudas sobre la resolución del caso. Además de que la ausencia de autor
intelectual es más que sospechosa. Y adicionalmente al hecho de que el
facilitador del explosivo, Suarez Trashorras, hubiera sido confidente de la
policía. Lo cierto es que los dos primeros beneficiados fueron el PSOE que
accedió al gobierno y la ETA que pasó de culpable a pobre víctima de una
falsedad.
Hoy en día la colaboración para desarrollar el proyecto de
cambio de régimen entre el PSOE, ETA y ERC que impida la alternancia en el
poder sigue estando vigente. Cataluña, Navarra y Vascongadas aportan 71 escaños
al Congreso, si el BNG mantiene su tendencia ascendente los nacionalista
volverán a dar el poder a Sánchez que culminará la ocupación, que todavía no
haya perpetrado, en las estructuras del estado, empresas, justicia, etc. Estos
regímenes de exclusión, segregación lingüística, vampirización de las
estructuras públicas, etc solo se pueden desarrollar mediante dictaduras; una
en Cataluña, otra en Vascongadas y la tercera en el resto de España. Dictaduras
amigas a las que no les harán asco el PNV y Junts en su condición de
nacionalistas y según podemos deducir de las explicaciones del porfesor Hayek sobre la génsis del soccialismo y el nacionalsocialismo.
Es evidente que en Bildu y Sortu hay personas que podrían
ayudar a esclarecer los 379 asesinatos pendientes de juzgar. Son, por tanto,
encubridores, colaboradores o incluso autores de esos atentados; vamos que son
la ETA viva. Pero si encima el jefe de todos ellos, Otegui, es eximido de sus
responsabilidades penales por el magno y arbitrario dedo del poder, además de
lo indicado al principio, significa que el pistolerismo ya está instalado en él.
Y ante una situación de tamaña gravedad no sé muy bien si el PP está en Belén
con los pastores o cantando zortxikos
en una gabarra.
José Antonio
García-Albi
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