TUMBADOS CON SIMPATÍA

TUMBADOS CON SIMPATÍA

En aquellos tiempos hermosos para nuestras definiciones y calificaciones solamente utilizábamos los conceptos simpatía y antipatía y nos apañábamos perfectamente. El problema ha llegado cuando se ha ido poniendo de moda utilizar las palabras empatía y resiliencia. Aquí nos hundimos. Alguien comienza a usar esos términos y como todo se copia, la afición a utilizar esas palabras se extiende con rapidez. Antes eras simpático, muy o poco simpático, algo antipático o muy antipático. Ahora además puedes ser poco resiliente o carecer de empatía. La definición de empatía es clara; lo que ocurre es que dolosamente se retuerce su gradación que no consta en la definición, además que su utilización se ha importado de los escenarios políticos a los privados; y claro no funciona. Como estas horteradas siempre provienen del socialismo que trata de inventar una nueva moral, la graduación de la empatía y resiliencia de un sujeto la realizan ellos y esa arbitrariedad se traslada al ámbito doméstico.

Una persona a la que se le acusa de no tener empatía está inerme e indefensa. Al acusado, que además suele serlo con virulencia, de algo tan subjetivo tan solo le cabe poner cara de un gran pesar y arrepentimiento. Nadie sabe que estaba obligado a ser más empático de lo que opina uno mismo, si no de lo que opina el de enfrente, por lo que se ve asombrado y sin saber cómo defenderse. Además ignoro el motivo por el que dichas acusaciones siempre se hacen de una forma muy poco simpática; más bien de manera bastante antipática. Es una utilización perversa del lenguaje que provoca que disminuya en nuestras relaciones la simpatía, ya que los ataques son muy antipáticos, pero también genera paradójicamente un importante descenso de la empatía ya que la simpatía es la mejor forma de ser empático. Un mal negocio. ¡Con lo simpáticos que hemos sido en este país!

Lo de la resiliencia esa, en boca de nuestros desalmados gobernantes, no es exactamente los que dice la RAE, no. Vienen a querer decir que los buenos ciudadanos hemos de ser silentes corderos frente al empobrecimiento, la inflación, los impuestos expropiatorios, los maltratos a los autónomos,  la intervención en la justicia y otros muchos perjuicios que ellos generan. Pues yo no voy a ser resiliente, no me da la gana.

A un periodista ingenioso se le ocurrió utilizar el verbo tumbar para calificar una resolución judicial. ¿Para qué queremos más? El uso de este verbo en el ámbito doméstico es feo pero medianamente inofensivo, no es así en el ámbito público. Ahora todas las instituciones tumban algo. Pues no puede ser. Es una falta de respeto para los tribunales, que no tumban nada, dictan sentencias, resoluciones, providencias, etc. Los parlamentos promulgan, aprueban o deniegan proposiciones y los ayuntamientos ordenanzas. Lo de tumbar está  muy bien para hacérselo a la Bartola, para la playa o para una tumbona en la piscina; pero no para los tribunales y demás organismos.  Que aquí parece que mientras que el chico Hidalgo hace Wakaluas y otras guarraditas y barrabEsadas con la señora del presiente del gobierno, las instituciones están venga a tumbar cosas y no es eso. Bueno, el señor de la señora Gómez, el pseudo presidente SánChulo, sí que tumba; la democracia, las libertades y derechos del individuo.

Otro ataque a nuestra lengua  es el que sufre la pobre preposición desde. La RAE es muy clara con desde. “Denota el punto, en tiempo o lugar…”. En tiempo o lugar, no en ánimo o voluntad expresiva.

Se puede utilizar para ir “desde Santurce a Bilbao” o para transitar desde la infancia a la adolescencia. Pero en ningún caso para aplicárselos a algo inmaterial como puede ser un partido político o una corporación. No se puede soportar eso de: “desde el PP” o “desde Pudremos”. ¡En fin! Pero lo que me pone ya enfermo es el uso de la preposición más un  infinitivo. “Desde Sumar incidir” “Desde Más Nariz y Pudremos protestar…” Insufrible.

Pero no se crean que eso lo hacen sólo los enfadaditos y protestones, no. Que el emperadorcín de nuestra capital, ese que ganó unas elecciones prometiendo eliminar Madrid Central para finalmente imponer Madrid Cerrar dice cosas sorprendentes. Le he escuchado decir “desde el ayuntamiento” pero no concebido como edificio, sino como corporación, como institución inmaterial. Incluso ha llegado más allá, le ha endilgado la preposición a algunas cualidades  y actitudes diciendo que desde el ayuntamiento se trabaja desde la responsabilidad o desde la cooperación. ¡Jesús! ¡Jesús! ¿A dónde vamos a llegar? ¡Todo un abogado del estado! Bueno, además, ahora que ha emparentado con la aristocracia que se ande con ojo, que como repita mucho esos dislates le pueden echar.

Vamos que desde lo público no solo nos vienen los impuestos extractivos y confiscatorios, también los ataques a la pulcritud de la oratoria.

En esta publicación no vas a ver frases como desde Opinión Segovia invitar… No. Pero sí es posible que leas: desde la ciudad más bonita de España, que es Segovia, te invitamos a que si te parece importante defender nuestra lengua, nuestro modo de vida y de paso la simpatía y el buen gusto, compartas este artículo.

José Antonio García-Albi

 

 

 


 

Comentarios

Entradas populares