LA PIEL DE LA SERPIENTE
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LA PIEL DE LA SERPIENTE
Como indicaba en el número 1 de este “año de los muertos
vivientes” y dado que algunos tienen el mal gusto de celebrar una muerte,
la de una persona que todos tenemos en
la cabeza, en este blog no vamos a celebrar muerte alguna, pero sí que vamos a
recordar a algunos fallecidos y sus
obras. Se trata, fundamentalmente de personas, que aunque muertas las podemos
ver reflejadas en las filas del socialismo español actual y en las de sus
socios nacionalistas actuales; son muertos vivientes.
LA PIEL DE LA SERPIENTE. EL AÑO DE
LOS MUERTOS VIVIENTES – 6
El protagonista de este mes nació en El Vendrell (Tarragona)
un 4 de febrero de 1892 y llevaba por nombre Andrés Nin Pérez. Estudió
magisterio y trabajo como maestro durante tres largos años hasta que pensó que
molaba más ser periodista, también fue representante de comercio. Pronto
se integró en el nacionalismo catalán, de ahí al PSOE y luego a la CNT y al
comunismo lo que le llevó a defender el ingreso del sindicato anarquista en la
internacional comunista. Hasta aquí un currículum muy habitual en aquella
época. Comienza a diferir a partir del año 1921 en el que viaja a Moscú como
delegado de la Internacional Sindical Roja, allí en aquel entorno
revolucionario abandona el anarquismo y, por lo tanto la ISR y engrosa las
filas del comunismo. No le fue nada mal ya que trabajó para Bujarin y luego se
convirtió en el secretario de León Troski; también conoció a Lenin. Dado que
participó, con Troski, en la llamada Oposición de Izquierdas contraria a la
llegada de Stalin a la dirección del PCUS, tuvo que dejar la URSS y volver a
España en 1931; que ya saben ustedes como se las gastaba aquella gente. Y es a
partir de ahora donde la vida de Andrés Nin gana relevancia para nosotros.
Polifacético además de comunista se hace masón y se dedica, al principio,
fundamentalmente a hacer traducciones del ruso al catalán.
En 1931 participó de
manera relevante en la fundación de la Izquierda Comunista de España claramente
troskista y de su órgano de comunicación llamado, de manera muy definitoria, “El
Soviet”. A pesar de ser troskista, fueron desautorizados por éste y rompieron
su relación lo que no impidió que los
stalinistas del PCE les acusaran siempre
de ser seguidores del exiliado soviético. A Nin y a los suyos, tanto Stalin como
su enemigo Troski, les parecían poco comunistas y poco revolucionarios. De modo
que la ICE y el Bloque Obrero y Campesino de Maurin se fusionaron lo que dio
lugar al POUM, Partido Obrero de Unificación
Marxista, en 1935 que pretendía realizar en España una feroz revolución
que acabara con la burguesía, uno se hace una idea más completa al saber que Nin
llamó, por entonces, contrarevolucionarios a comunistas y socialistas; claro le
cogieron alguna tirria.
Al comenzar la contienda civil quedó al frente del POUM y el 26 de
septiembre del 36 se le nombró consejero de justicia de la Generalidad de
Cataluña hasta que Tarradellas le cesó el 16 de diciembre de ese año. No llegó
ni a tres meses pero tuvo tiempo de instaurar algo tan poco justo como los
tribunales populares. Cosa que no debe extrañarnos de alguien que según el
historiador Hugh Thomas “Nin no se había caracterizado por sus escrúpulos
humanitarios hacía la burguesía”.
Se conocen como los sucesos de mayo del 37 unos graves enfrentamientos armados en Barcelona entre CNT-FAI y POUM por un lado y UGT, PSUC y ERC por otro. Concluyeron con la intervención de las fuerzas armadas del gobierno central y se procedió a ilegalizar el POUM y a tratar de detener a sus miembros. Todo ello tuvo mucho de iniciativa y metodología soviética y de un mandato directo de Stalin para acabar con segmentos troskistas. Se crearon pruebas falsas como cartas al bando nacional y, en concreto, una supuesta carta falsificada de Nin a Franco ofreciendo su ayuda y colaboración entre otras cosas con la llamada quinta columna. Ya estaba todo hecho, con esas pruebas organizadas por el equipo del comisario en España de la NKVD soviética Alexander Orlov ya se les podía llamar “fascistas” y proceder contra ellos. Por cierto, que Orlov fue el que embarcó en Cartagena el oro del Banco de España rumbo a la URSS.
Leonardo Padura cuenta, y pudiera ser muy cierto, en su libro “El Hombre que amaba a los
perros”, que un agente de la NKVD a las órdenes de Orlov llamado Kotov, organizo
una célula parapolicial en la que incorporó al comunista español Ramón
Mercader. Este hombre unos poco años más tarde, en agosto de 1940, asesinó al
propio Troski en México mediante un original modo como fue clavarle un piolet de montaña en el cráneo. Bueno
pues ese grupito detuvo a Andrés Nin y lo trasladó a Valencia para que allí le
hicieran asumir como verdadera la falsa carta a Franco y para que delatara a
otros miembros del POUM. Dado que no hizo ninguna de las dos cosas fue
trasladado a una base – cárcel que los soviéticos tenían en Alcalá de Henares y
allí desapareció para siempre. El historiador Paul Preston sostiene que Nin fue
asesinado el 22 de junio de 1937 por orden de Orlov, mediante el cruel método
del desollamiento. Vamos que le arrancaron la piel a tiras hasta la muerte. Hay
que añadir que el jefe del gobierno, el socialista Juan Negrín estuvo al tanto
del secuestro y su seguro final sin hacer nada para evitarlo, incluso al
presidente Azaña le contó la rocambolesca mentira de que Nin había sido
liberado por espías de Hitler; ellos son así.
También podemos hacer comentarios sobre cuestiones parecidas
y de actualidad. Por ejemplo los socios del actual gobierno e interlocutores
del socialista Zapatero, la ETA, se quitó del medio a seis miembros de la banda que no les gustaban y existen dudas sobre la autoría de la muerte de otros dos. Aunque los más
famosos fueron Pertur y Yoyes los comunistas vascos utilizaron los métodos
descritos en varias ocasiones.
Además el carácter viviente de estos hechos se vio en el año
2008 cuando una excavadora que trabaja en lo que sería una nueva instalación
militar en Alcalá de Henares, cerca de donde estuvo la base de los horrores,
descubrió una fosa con al menos nueve cadáveres, huesos mutilados y cráneos con
orificios de bala. El descubrimiento
puso muy nervioso al gobierno del nefando Zapatero. Claro, si se encontraba el
cuerpo de Andrés Nin volverían esos hechos a las primeras planas de los
periódicos siendo un golpe para su política del guerracivilismo poco después de
promulgar su asquerosa Ley de Memoria Histórica. El Ministerio de Defensa,
titular de las obras en cuestión no informó. La vicepresidenta Fernández de la
Vega que poco antes había dicho que la antedicha ley “se pone al lado de todas
las víctimas” se tragó sus palabras ya que no querían ponerse al lado de TODAS las víctimas; ¿cómo iba a hablar
de una checa del frente popular, máxime tan cerca de Paracuellos, y con la posibilidad de que estuviera Nin?. Y para que
decir nada del canalla Zapatero que impuso el silencio. Vemos, como cada mes, a muchos vividores
vivientes en nuestra actualidad.
Hasta donde me alcanza la memoria Nin, junto con Luis
Companys (del que hablaremos en su mes) fueron los únicos dirigentes que murieron de forma
violenta en España y uno a manos de los suyos. Los demás mandamases fueron tranquilamente al exilio a vivir mejor
que antes del mismo e incluso algunos a un dorado exilio.
Nin, en su época de la URSS, recibió a José Pla y le sirvió al periodista y escritor catalán de guía por allí. El escritor dijo años después de su muerte que Nin fue el único " "Nietzscheano práctico, auténtico, que ha dado este país…fue un resentido de llamarse Nin y Pérez, de ser hijo de un zapatero del Vendrell, de ser pobre, de no disponer de buena mesa y buenas señoras".
Si tú también ves muchos muertos vivientes alrededor, COMPARTE.
José Antonio García-Albi
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