PENSIONES DE HOJALATA


 

PENSIONES DE HOJALATA.

Vemos todos los días en la prensa noticias sobre las pensiones de la Seguridad Social. Que si las reforman, que las mejoran, que si tal o que si cual. Vemos al ministro  de turno, con su cara de pavo, aletear y cacarear como las gallinas al poner un simple huevo. Mientras tanto crece la preocupación dado cada día hay mayor población que tiene que cobrar una pensión y menos población que cotice para pagarlas. Vamos que no es viable.

Nuestro sistema de pensiones es el de un modelo que se llama de reparto. Esto es  que se establecen unas cantidades mensuales que los trabajadores y autónomos en activo ingresan en la tesorería de la seguridad social. Y esta lo reparte entre los pensionistas que previamente también habían aportado cantidades mensualmente. Aquí el dinero no es tuyo. Es el estado el que determina cuanto pagas, los años a cotizar y cuanto vas a cobrar. El estado que es muy bueno y amable, tiene a bien pagarte una pensión mensual. Uno de los problemas de los sistemas de reparto viene cuando no hay mucho que repartir; entonces se acude a la deuda por lo que hay que destinar el dinero que aportan los ciudadanos a repago e intereses. Vamos que no es sostenible; aquí la palabrita está bien usada.

Frente a ese modelo tenemos los sistemas  individuales o de capitalización. En estos el trabajador es dueño del fondo que se genera con  sus aportaciones mensuales. Como si fuera un fondo privado de inversión, en el que además se suman las cantidades obtenidas por la rentabilidad del mismo. Cuando llega el momento el jubilado dispone del dinero que ha ido aportando durante su vida.  No es una cosa muy rara; países como Suecia, Holanda o Chile entre otros, funcionan de esta manera. La gestión de esos fondos puede ser privada o pública. En Inglaterra, por ejemplo, los fondos de pensiones los gestionan unas entidades privadas llamadas trustees. El estado las supervisa y garantiza  que en caso de quiebra las pagará él. No quiebra ninguna.

Como vemos, en este sistema no hay deuda, ni intereses, ni necesidad de que los ciudadanos tengan que salir con su dinero a rescatar a la seguridad social como nos va a ocurrir a nosotros. Y sí, yo también me pregunto por la razón por la que nuestros políticos no plantean ya un cambio de modelo de pensiones. Es que son muy dogmáticos, tiene miedo a que les digan que son de derechas y tienen muchos “clientes” y parientes empleados en las estructuras del sistema. ¡Que majos!

Bien ya hemos visto que nuestra seguridad social no aporta seguridad. Vamos a ver si por lo menos es social con un claro ejemplo.

Pensemos en un joven de treinta años que comienza a trabajar como autónomo y se jubila a los 67. En total cotiza 37 años. Vamos a ver que le ocurre con el modelo actual de pensiones y con un modelo de capitalización y además vamos a pensar que frente a la cotización pública, le está permitido, en su lugar, contratar un plan de ahorro sistemático con una entidad privada.

En ambos casos comienza a cotizar 300 Euros al mes y en ambos casos de este ejemplo tiene un incremento anual de la cotización de un 2%. Aunque normalmente cotizas más que esa cantidad, vamos a ser benévolos.

En los dos casos, cotización al sistema actual y aportaciones a un plan privado de ahorro, el autónomo del ejemplo aporta un total de 194.523.- Euros durante su vida laboral

Vamos a ver qué es lo que recibe. En España la pensión media es de 1.600.- Euros al mes y la esperanza de vida es de 82 años. Por lo tanto va a percibir 1.600 Euros multiplicado por 180 meses.  En total 288.000 Euros.

Comparemos con el plan de ahorro privado. Al jubilarse recibiría 380.106 Euros. Lo que supone casi 100.000.- Euros más que en la pensión pública. Pero no sólo podrá disponer de una cantidad  mensual mayor. Supongamos  que con el dinero recibido, como es suyo, hace 15 porciones de 25.000 Euros cada una y las coloca en una herramienta similar a la utilizada durante su vida laboral a plazos consecutivos; es decir a uno, dos, tres, cuatro años y así sucesivamente Pues bien los 25.000 euros que están trabajando 10 años, por elegir unos, se convierten en 43.279 y los que están 15 años pasarán a ser 56.900.- Una pastón.

Como vemos el componente social tampoco existe ya que nos están quitando a los ciudadanos la posibilidad de tener mayor cantidad de nuestro dinero el día de mañana. Nos hurtan la posibilidad de vivir mejor además de no ser una carga para el estado.  Nuestro modelo actual ni tiene seguridad, ni es social.

En resumen, que nos venden que tenemos un sistema de pensiones de acero cuando la realidad es que genera pensiones de hojalata.

 

José Antonio García-Albi

 

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