NO SON TRES AÑOS, NO.

                                NO SON TRES AÑOS, NO.


Cuando vemos todas las atrocidades que perpetra nuestro tirano saurio, Pedro Sánchez, inocentemente solemos decir “y todo para aguantar unos añitos más en la Moncloa”. No es así, no. No se trata de unos añitos más, se trata de perpetuarse mediante un cambio de régimen impuesto por las vías de los hechos consumados y de la esférica pumpidez. Para tres añitos más,  no se perpetran tantas barbaridades  como las que vamos a comentar.

Tenemos un enorme listado de hechos que así lo demuestran. Tanto el PSOE como sus socios de ERC y ETA o Bildu comparten la aspiración de un cambio de régimen para imponer uno a su medida y que excluya a más de la mitad de los españoles. Con motivo de la negociación con ERC sobre la independencia fiscal de Cataluña, a los propios hechos realizados por el propio tirano saurio hay que sumar sus declaraciones manifestando que es un  extraordinario paso hacia el federalismo. Pero ¿los españoles queremos ese cambio o solo lo quieren él y sus socios? Un federalismo asimétrico que consume la independencia en la práctica de Vascongadas y Cataluña y excluya de allí a quienes no sean nacionalistas o socialistas. Junts per nosaltres y PNV estarán encantados de acudir con Bildu, ERC y PSOE a ese convite. La suma de Navarra, Cataluña y Vascongadas suponen el 24% de la población española que ya quedaría controlada por el régimen.

Su siguiente obsesión es poder administrar justicia y de ahí su empeño en ir laminando la independencia judicial propia de un régimen democrático por otra sometida a los deseos del poder como ocurre en los regímenes socialistas. Ya tiene controlado el T.C. a la fiscalía convertida en un comisariado político y un CGPJ increíblemente dividido en dos bandos políticos, como si se tratase de un ayuntamiento, al que tan sólo le falta que su bando domine al otro. Repugna que para referirse a la justicia se citen abiertamente a grupos políticos.

Nunca como hasta ahora se había visto en España semejante virulencia en el  asalto e invasión de organismos públicos de todo tipo comenzando por RTVE o la inspección de hacienda. Dado que Zapatero acabó con la norma no escrita de nombrar como gobernador del Banco de España a un independiente vinculado a la casa, ahora Sánchez ha fijado dicha entidad como próximo objetivo para su control.

Pero no sólo ha politizado hasta el extremo el control de organismos de derecho público y empresas públicas como Correos, es que ha comenzado el asalto a compañías privadas como Indra o Telefónica además de establecer un aberrante control sobre los mercados y su libertad. ¿Quién es el gobierno para opinar sobre una cuestión propia de los accionistas como una OPA? Es de echarse a temblar que se constituya en el gendarme de Talgo o del BBVA, por ejemplo, o en el falso paladín de Telefónica.

Cuando nos referimos a las prácticas políticas del tirano saurio, algunos ciudadanos y parte de la prensa se refiere a ellas como “el sanchismo”; parece como quitarle importancia o darle un toque peculiar y anecdótico y no es así. Estamos ante el socialismo con todos sus riesgos y amenazas contra las libertades y la democracia. El socialismo como en Cuba o Venezuela. Tan es así que quiere imponer una censura para controlar a los medios de comunicación y terminar con la libertad de prensa y opinión como ocurre en China o Corea del Norte además de en los dos países citados previamente. Este control de los medios se añadirá al que ya ha ido imponiendo en la educación.

El socialismo en el SXXI se impone por el recorte de las libertades y por vía fiscal, mediante los  impuestos, generando pobreza y miseria al tiempo que se incauta del dinero de los ciudadanos. Véanse otra vez, Cuba o Venezuela. En España la presión fiscal ronda el 40% sobre PIB mientras que en EEUU es del 27,7% sobre PIB. Desde que llegó el tirano saurio ha pasado del 34% al 40%; típica evolución socialista. Lamentablemente, hay que decir en realidad es superior al 40% ya que en ese ratio sólo se contemplan IRPF, IVA y sociedades; faltan todos los nuevos impuestos creados para gravar la energía, envases, carburantes etc. Vamos que si a esto le sumamos las cotizaciones sociales el estado que está implementando el jefe socialista aspira a controlar directamente el 50% del PIB de los españoles. Con ello creará una masa de ciudadanos afectos a su persona.

A la apropiación por parte del estado de tan disparatadas cantidades de dinero, los ciudadanos sufrimos un incremento del empobrecimiento fruto de la inflación que todo socialismo genera tanto en relación a nuestra riqueza interior como comparativamente con otros países de la Unión. Ya hemos visto que España se ha puesto a la cabeza de Europa en el número de niños en riesgo de pobreza. Y estamos viendo cómo evoluciona el mercado de la vivienda y alquiler; llegaremos al “exprópiese”  de Chaves mientras vemos como en la Argentina de Milei ya bajan los precios de los alquileres.

Además de todo lo antedicho, hechos como la ley de amnistía que rompe la igualdad de los ciudadanos, el injustificado perdón a los condenados por los EREs tan solo por tratarse de socialistas y el aberrante e insultante espectáculo del delincuente Puigdemont ciscándose y burlándose de España y los españoles, por mero capricho del susodicho y del Sánchez, prueban que el cambio de régimen para perpetuarse no es solo un objetivo, ya está en marcha y ya ha superado algo más que sus primeros pasos.

No, no se trata de "Sanchismo", ni de tres añitos más en la Moncloa; se trata de socialismo y del duro, además.

En nuestra mano está evitar que se termine de consumar. Si te preocupa el futuro de España,  de nuestra democracia y nuestra libertad y crees que es importante ir tomando conciencia antes de que sea tarde, si piensas que nos tenemos que ir movilizando, tal y como ahora lo hacen en Venezuela, estate disponible, adopta una postura proactiva y comienza compartiendo estas reflexiones.

 

José Antonio García-Albi



   



 


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