INDALECIO - AÑO DE LOS MUERTOS VIVIENTES – 2
INDALECIO PRIETO
EL AÑO DE LOS MUERTOS VIVIENTES - 2 INDALECIO PRIETO
Como indicaba en el número 1 de este "año de los muertos
vivientes" y dado que algunos tienen el mal gusto de celebrar una muerte, la de una persona que todos tenemos en la cabeza,
en este blog no vamos a celebrar ninguna muerte, pero sí que vamos a recordar a
algunos fallecidos y sus obras. Se trata, fundamentalmente de personas, que
aunque muertas las podemos ver reflejadas en las filas del socialismo español
actual; son muertos vivientes.
Es que en nuestro socialismo, incluso aquellos que por
comparación con otros llegan a parecer, no buenos, pero menos malos o incluso
moderados, la verdad es que son de armas tomar. Y nunca mejor dicho al ver la
de veces que el personaje de este mes se decidió por ellas.
Prieto aunque nació en Oviedo en 1883, pronto se trasladó a
vivir a Bilbao y allí comenzó su actividad política como concejal de su
ayuntamiento por el PSOE. Ciudad a la
que regresó, tras un tiempo en Madrid en 1917 por mandato de Pablo Iglesias
para coordinar, dirigir la huelga revolucionaria de agosto de 1917 y encargarse
del suministro de armas. Las jornadas se
saldaron con algunas explosiones,
con 5 muertos y 15 heridos en el descarrilamiento de un tren por
sabotaje. A los que hay que sumar 16 fallecidos y 32 heridos cuando los
revolucionarios de Prieto comenzaron a disparar desde los tejados con las armas
traídas por Indalecio, muchos de ellos fueron ciudadanos sorprendidos por los disparos en las calles de Bilbao el 16 de agosto. Gran compañero, Prieto se puso a buen
recaudo en Francia, en el primero de sus cuatro exilios. Unas fugas en las que la
sublevación armada es un denominador común. Pero no pensemos en un penoso
exilio ya que fue visto y no visto. En febrero de 1918 es elegido diputado
por Vizcaya en las listas socialistas tomado
posesión de su escaño el 17 de abril de ese año. Y Tras los muertos de Bilbao a
“otra cosa, mariposa.” A lo que más se
dedicó desde el 21 al 23 fue a acusar obsesivamente con falsedades al Rey como supuesto responsable de la derrota de Annual.
Fiel a su idea de la política de la que decía que “o es acción o
no es política” participó en el llamado Pacto de San Sebastián ya relatado en
el artículo anterior (El año de los muertos vivientes – 1) y en consecuencia en el intento de
sublevación militar de diciembre de 1930 encabezada por la guarnición de Jaca
narrada aquí el pasado mes. En este caso su exilio por la intentona golpista
también fue breve. En abril de 31 ya era el titular del ministerio de hacienda
de aquel gobierno de Alcalá Zamora que, como vimos, no hizo nada para evitar la
quema de iglesias y conventos. Por cierto que como diputado y buen socialista no
votó a favor del sufragio femenino.
En las elecciones de noviembre del 33 ganaron las derechas,
pese a lo cual tan sólo tres miembros de la CEDA accedieron al gobierno. ¡Cómo
se iba a permitir que gobernarse el partido ganador! "Ay como me suena esto". Total que el partido de Prieto y él mismo
decidieron volver al poder por la vía violenta; por ello participó muy
activamente en lo que se llamó la Revolución de Octubre del 34. Ya se sabe, los
golpes de estado de los socialistas, no se llaman golpes de estado, se llaman
revolución, insurrección, huelga revolucionaria pero siguen siendo golpes de
estado. Como salió mal, y dada su costumbre, en lugar de a la cárcel se largó de
turismo a otro viaje por Paris y Bélgica. También muy poquito tiempo.
En 1935 entró clandestinamente en España y fue uno de los
arquitectos del Frente Popular. Un Frente protagonista de la violencia desatada
a partir de enero del 36 y de los
fraudes electorales en las elecciones de Febrero de ese año, fruto de los cuales
se dio al triunfo al Frente Popular; así que otra vez diputado.
Además de encañonar personalmente con su pistola en el
Congreso a un parlamentario de nombre Jaime Oriol, organizó una banda armada, al
margen de la legalidad llamada “La Motorizada” que usaba un
equipo de futbol como tapadera pero que en palabras de Santiago Carrillo “era la guardia
pretoriana de Indalecio Prieto.” Era un grupo armado que sembraba el
terror montados sobre sus potentes motos
como las Harley Davidson, todo un lujo. Por cierto que entre los facinerosos
armados había uno llamado Ángel Santamaría Torremocha, a la sazón tío abuelo de
nuestro Pablo Iglesias Turrión. Vamos que entre La Motorizada y el FRAP de
casta le viene al galgo.
Ya saben cómo se las gastan los socialistas también entre
ellos, la banda tenía como excusa proteger a Prieto de los seguidores de Largo
Caballero ya que este era partidario de integrar las juventudes socialistas y
comunistas y aquel no. El caso es que salvo un altercado sin mayores
consecuencias en un mitin en Écija nada de lo realizado por la motorizada estuvo motivado por algún peligro proveniente de las Juventudes Socialistas Unificadas.
¿Qué hazañas llevó a cabo llevó a cabo la Guardia de Prieto?
Por ejemplo sembrar el terror en un pueblo de Cuenca donde
hicieron firmar las actas electorales en blanco para poner ellos los
resultados. Asesinar a los jóvenes Andrés Sáenz de Heredia, José Luis Llaguno,
Francisco de Paula Sampol, al estudiante
Matías Montero, y el más conocido al diputado José Calvo Sotelo. Todos
inofensivos y ajenos al socialismo
Con el inicio de la contienda la banda pasó a, con armas largas proporcionadas por el partido a custodiar la “Casa del Pueblo” y a enviar algunos destacamentos al frente de la sierra madrileña.
Don Indalecio tenía un amigo muy curioso, administrativo de
su partido, el PSOE, se llamaba Agapito García Atadell. Además de trabajar en
el partido socialista dirigía una de las 345 checas que hubo en Madrid en las
que se asesinaron a más de 1800 prisioneros. Muchos de los cuales por orden y participación de este Agapito.
Hasta que le entró el miedo, traicionó a sus amigos, escribió una carta de
despedida a Prieto y se largó con un botín de 25 millones de pesetas de
entonces que había ido robando a sus víctimas. Fue justamente detenido en Tenerife cuando
el barco francés en el que huía realizó una escala.
Fue nuestro muerto del mes, ministro de marina con Largo Caballero y de Defensa nacional con Azaña en 1937; no comenzó con buen pie ya que en esos meses se le desmoronó todo el frente Norte desde Vizcaya e incluyendo Asturias. En febrero del 38, antes de terminar la guerra otra vez se largó e inició su cuarto exilio en México. Si los anteriores fueron muy breves, este iba a ser dorado.
A finales del 38 y viendo la guerra perdida en lugar de
evitar que siguiera habiendo más bajas inocentes, otro muerto viviente el jefe
de gobierno Juan Negrín (no ocuparemos de él en otro mes) fue preparando la llamada
Caja General de Reparaciones en la que se fue depositando todo lo que se pudiera
robar; dinero, oro del Banco de España, objetos del Palacio Real, del Monte de
Piedad etc. Negrín a través de una sociedad ficticia compró, con la ayuda de un
armador vasco, un barco llamado Vita. Allí levaron más de 200 maletas ("o Delcy
maletas") y con ellas salió el Vita desde Francia rumbo a México.
Cuando el barco arribó al puerto de Veracruz, por una serie
de errores y casualidades en las comunicaciones, Indalecio Prieto fue informado
y allí que se dirigió a toda velocidad. La verdad es que Negrín no quería compartir
el tesoro con su examigo pero como Inda llegó primero se lo quedó todo, aunque
al final repartieron.
Total que mientas los 22 000 españoles refugiados malvivían y las pasaban canutas, el líder lo hacía a lo grande lleno de lujos en plan ricachón, con grandes fiestas llenas de excesos, en buena casa, manduca, coches, viajes y disfrutando del dinero que nunca llegó a los refugiados.
" Y a mi que lo del dinero de los exiliados me recuerda al de los huerfános de la Guardia Civil, el de la Cruz Roja, el destinado a investigar el cancer... Y que las fiestas con excesos me parece algo muy actual"
Aunque no se lo crean este sujeto tiene un monumento en el centro de Madrid. En fin, que el orondo y alegre político fue presidente del PSOE desde
1939 hasta 1950. Y dejó de vivir como un auténtico y buen líder socialista, esto
es a cuerpo de rey, en Ciudad de México un 12 de febrero de 1962.
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José Antonio García – Albi
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